Panza Premium

Resumen

Invierte en compañías de calidad. Una buena compañía es aquella que opera en un sector atractivo, con crecimiento estable, con alguna ventaja competitiva, capaz de ganar dinero año a año, no tiene demasiada deuda, bien gestionada y que además hace una buena asignación del capital… es la compañía que a todos nos gustaría tener. Y a nosotros los primeros ¿pero a qué precio? Pensar que una compañía con las características anteriores puede estar barata es, en el mejor de los casos, falta de realismo. Estas compañías, normalmente, son más caras que el resto. Igual que son más caros los inmuebles situados en algunas zonas de las ciudades frente a otros peor ubicados. O igual que son más caros los coches de un determinado fabricante frente a otros. Pero eso no quiere decir que estemos dispuestos a pagar cualquier precio por ellas. Nuestra intención es adquirirlas solo cuando el precio sea razonable.

Sin prisa, pero sin pausa

Las buenas compañías nos aportan una estabilidad y visibilidad en el crecimiento de beneficios que, en el largo plazo, contribuyen a su evolución en bolsa. De hecho, es el crecimiento de beneficios a largo plazo lo que convierte a estas compañías en una buena inversión. Es decir, aunque pueden parecer más caras, lo son sólo si miramos al corto plazo.

Las buenas compañías tienen un crecimiento de ventas bastante estable, aunque no enorme. Al mismo tiempo, añaden un aumento en la eficiencia (descenso de costes) para generar cada año un crecimiento de beneficios estable y consistente. Y a esto le añadimos una política de dividendos generosa. Con estos mimbres, y siempre que miremos a largo plazo, podemos incluso absorber una posible reducción en los múltiplos de la compañía.

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